El primer baño de tu bebé es una experiencia nueva tanto para ti como para tu bebé. ¡Es muy emocionante! Para tu bebé recién nacido es mucho más que un baño. Todos nos hacemos la misma pregunta:
¿Cómo bañar a mi bebé?
En primer lugar, debes asegurarte de que tienes a mano todo necesario: una bañera para bebés con agua tibia, un jabón de baño que sea de fórmula neutra, toallas y paños secantes y almohadillas de algodón.
Asegúrate de que el agua está en la temperatura ideal, sobre todo que no se encuentre excesivamente caliente. Es aconsejable que la remuevas con la mano para deshacerte de las zonas con agua más caliente. Hay que cuidar la temperatura siempre al principio, antes de meter al bebé en el agua.
Sujeta el cuerpo de tu bebé con una mano y con la otra aguanta su cuello y cabeza. En primer lugar, limpia los ojos de tu bebé con una almohadilla de algodón (las típicas desmaquillantes que tenemos por casa.
Uno de los errores principales de los padres primerizos es sumergir al bebé. Es mejor evitar esta práctica porque tu hijo podría tragar agua accidentalmente. Es mejor tener un recipiente lleno de agua y utilizar un vaso o recipiente para enjuagar al bebé, ya que no es nada recomendable exponer a tu bebé al chorro directo durante los primeros meses.
Un bebé necesita mucha supervisión por parte de un adulto para que no se ahogue. Un bebé se podría ahogar en tan solo 5 cm de agua, por lo que es sumamente importante permanecer atento en todo momento y no alejarse de su lado por ningún motivo.
La cantidad de productos de baño como geles y champús debe estar controlada. Es mejor para la piel del bebé utilizar poca cantidad de gel ya que la superficie a limpiar es mucho menor que la de un adulto y no requieren tanta cantidad. Recuerda que los geles y champús deben ser neutros y debes revisar bien la etiqueta para que no contengan sustancias peligrosas para la piel de un bebé.
Además, muchos padres piensan que deben bañar a sus hijos a diario para que se mantengan mucho más limpios y no corran riesgo de infección, pero es todo lo contrario. Los primeros meses tu bebé debe ser bañado como mucho 3 veces a la semana, esto es porque su piel es delicada y podríamos estar frotando en exceso para lo poco que se ensucia.
El tiempo del baño durante el primer año no debe ser de más de 10 minutos debido a los cambios de temperatura a los que se expone y los riesgos que conlleva para la salud teniendo en cuenta la fragilidad de los recién nacidos. Recuerda cerrar las ventanas y las puertas de la habitación donde bañes a tu bebé para evitar corrientes y asegurar su calidez.
Procura bañar a tu bebé a la misma hora siempre, para que se acostumbre a una rutina. Si no sabes a qué hora es mejor, ten en cuenta que lo aconsejable es bañarle antes de la toma de leche ya que así no sentirá el estómago pesado durante el baño.
Si a tu bebé no le gusta el baño, siempre puedes entretenerle con algún juguete de baño para bebé. Puedes encontrar una gran variedad de productos en la tienda de Estil Menut Shop® para que encuentres el producto más adecuado para tu bañera y para tu bebé.
¿Tienes algún truco más para bañar a tu bebé? Puedes contárnoslo a través de las redes sociales o escribiéndonos a través de la web de Estil Menut Shop®. ¡Nos encantará escucharte y seguir mejorando!
